jueves, 23 de marzo de 2017

EL ATLETISMO

El atletismo, en la familia León.



Si comienzo, con unas cuantas fotos que he seleccionado, posiblemente ellas no os digan nada, pero si digo el Atletismo y la Familia León, ya digo algo  que  viene  desde, hace nada más y nada menos que 43 años, deporte que nos dio muchas satisfacciones y como no, más de una desilusión.

Os pondré algo sobre estas fotos que escogí y que guardan un recuerdo inmejorable en un día como este.


Mi afición a este bendito deporte, el Atletismo, empezó tarde. Yo añadiría que demasiado tarde, pero así es la vida.  Fue un 4 de Julio de 1974, cuando aterrizé en Jerez de la Frontera,  Cádiz para cumplir con el servicio militar.  Fue precisamente en un pueblo que en un principio, yo no sabía ni dónde estaba.

A mi llegada al Regimiento de Artillería 94,  cuando un maestro Manolo Díaz, de Jaén, buscaba gente que quisiera correr los campeonatos Militares y  fui uno de los que se apunto. Cosa muy insólita, ya que yo no era de los que se apuntaban a este tipo de cosas, tan solo a cocina en el campamento y porque el cocinero era  mi paisano José Martínez.


Salí voluntario,  y empecé a entrenar, pero no llegue a correrlos. Solo había que entrenar y estábamos libres de todos servicios, esto no era lo que yo anhelaba. Para mí,  lo más interesante en aquel momento, era salir de aquel infierno que era el cuartel,  y mi única manera de hacerlo, eran en los permisos, y por ese motivo cambie los permisos por los campeonatos militares, pasando a ser el cartero de regimiento. Así cada mes tenía permiso, pero ese gusanillo del atletismo siguió dentro;  y más tarde, gracias a mis sobrino entro en la familia, y después con mis hijas. Lo más bonito, es que la saga sigue con esta pequeñaja,  que por lo poco que he visto lo hace muy bien. Ya veremos sus formas en algunas fotos más adelante.



Ella es de las pequeñas de la saga, si se apunta al carro como su hermana mayor que por ahora  ya  apunta maneras, sería la cuarta Leona.


Grata i gran sorpresa con esta foto, me la pasa mi sobrino Pedro de su hijo el pequeño, nada más salir a la luz esta entrada.
Siguen los Leones subiendo al cajón en la carrera de barrio, aquí fue el más pequeño de la casa Marc León Puyol que consiguió un quinto puesto aunque parece ser que le gusta más el deporte colectivo.

Ella fue  hasta hace no mucho tiempo la pequeña de la saga, pero disfruta como una condenada.


Fue una de las últimas camisetas que le dieron cuando  gano la Milla del Congreso en Barcelona, en la plaza donde vivía nuestro paisano Eliseo.

Fue uno de las  veces que subió al cajón en la carrera del Barrio y como a la niña le daba vergüenza, fue su madre quien recogió el trofeo.


Fue y es un gran atleta, enamorado del atletismo, quizás en esto se parezcan los dos primos.

El León con las tres Leonas en el estadio olímpico de Montjuic, una foto que no podía faltar.



Fue en Santa Coloma de Gramanet, un día lluvioso, un 28 de febrero de 1999 cuando Irene, Cecilia y alguien más del equipo, subieron  al cajón nada más y nada menos con Jaqueline Martin Alvarez que por aquellos años ya despuntaba primero por su altura y luego por su categoría, precisamente según he leído aun continua en activo como Atleta perteneciente al Barça y que reside en Ávila, aquellos trofeos los recibieron de mano de  la alcaldesa Manuela de Madre Ortega.


 Irene después de salir de trabajar toda la noche en 2016 aun le quedo tiempo para correr con su amiga Alicia, una vallisoletana con la que comparte facultad, dentro de muy poco tiempo serán las dos farmacéuticas.

Corría allá por el año 1980 o 1981 cuando Juan Tomas León Pérez el tercero de cinco hermanos empieza  con actividades extraescolares,  junto con sus dos hermanos mayores Martín y Pedro. Le recuerdo muy pequeñito con una chaqueta de lana verde. Se pude decir que ya de  bien pequeño era culillo de mal asiento, no era malo pero no paraba.

Por aquellos años,  nada más salir del colegio,  los tres hermanos cogían  en la calle Camelias del barrio de Gracia de Barcelona el autobús.  Era el   31 o el 32, que pasando por la calle Artesanía les llevaba a la Escuela deportiva  de Brafa.  Los dos mayores,  cogieron como deporte el futbol y el pequeño, después de no saber para donde tirar decide escoger el atletismo. Gran acierto por su parte, puesto que desde un principio disfruto jugando y entrenando.

En principio,  yo solía subir a buscarles con el ochocientos cincuenta para bajarles y dejarles en la parada de metro o autobús,  ya que la escuela de deportes estaba en mi bario.  Cada noche a la hora de irnos el pequeño había desaparecido.
Por aquel entonces, todos los días entrenaban, bueno,  mejor dicho jugaban a entrenar  y un cierto día de la semana competían.  Poco a poco yo desde las gradas iba viendo como aquel niño tan movido empezó a destacar y a ir quedando de los primeros en aquellos juegos. Algún que otro sábado,  fuimos a verle competir y seguía subiendo al cajón,  y poco a poco,  empezó a gustarle el atletismo.
Siguió entrenando y compitiendo y fue ganando en las diferentes categorías. Cuando pasaron los años, por edad, deja  la escuela deportiva de Brafa y empieza a entrenar en Can Drago, unas pistas que hay cerca de mi casa, donde luego también entrenaría y competiría su prima. Por su habilidad y buen hacer,  un cierto día ficha por el club deportivo Vic donde coincide con una chica de nombre Mery Martos Hurtado.

Desde que mi sobrino empezó a tomarse en serio lo del atletismo yo siempre fui un gran seguidor suyo. Era bueno, disfrutaba y además le encantaba. Recuerdo perfectamente cómo  me comentaba que para entrenar en más de una ocasión iba o venia del colegio corriendo,  y cuidado, que para los que conozcan Barcelona sabrán que el recorrido no era sencillo.  Salia de debajo de la plaza de Sanlley  para ir hasta la autovía de Casteldefels en Hospitalet,  que era el colegio donde él estudiaba.




Fue él, Juanto,  como le llamamos cariñosamente en la familia,  el que primeramente gano la carrera del barrio. En este caso,  como bien se puede ver en la fotografía está bien arropado por su  abuela,  sus padres y en esta ocasión, aunque no estén en la foto, también  por sus tíos. Esto fue en 1996.


Por aquellos tiempos, no habían muchas fotos, pero aquí tenemos esta gran reliquia en una de las partes más duras de la carrera, por lo menos según todos los atletas decían que la parte más dura era el paseo Valldaura junto al mercado. Cuando se empieza a subir  no se ve el final,  y cuando se baja,  más de lo mismo,  aunque a la bajada ya se huele a meta.

Que  perra es esta vida,  que la que fue compañera de mi sobrino Mery Martos Hurtada,  otra atleta como la copa de un pino,   pasa a ser una de las profesoras de Gimnasia del colegio donde van mis hijas, el Scala Dei.
Es donde Mery monta un grupo de atletismo.  Mis hijas que jugaban a baloncesto, se interesaron por el atletismo y después de practicar los dos deportes durante varios años la pequeña se decanta por el atletismo a una temprana edad. Empezó a jugar a entrenar y disfrutar con este deporte que tanto le entusiasmo a su padre,  y que por diversos motivos de esta vida muy poco práctico.




El grupo de atletismo del Scala Dei poco a poco fue creciendo gracias a la ilusión de la entrenadora Mery. En su día,  llega a tener más de una treintena de atletas.
Recorrimos toda la zona de Catalunya asistiendo a los campeonatos de Cross, Malgrat, Canet, Vic, Santa Coloma de Farnes, Badalona, Santa Coloma de Gramanet, Castellar del Valles,  Caldetenes, Vilaseca, donde ya siendo grande, Cecilia subió al cajón.
También recuerdo un 24 de diciembre en Gerona, se paso toda la carrera lloviendo. 
Corrimos varias veces el campeonato de Cataluña, en Villanova y la Geltru, en Vic y en Asco.
Otro día para no olvidar fue aquel cros de Santa Coloma de Farnes,  con la abuela de Mery, su padre, su hermano Roger y Gloria,  su madre, una mujer encantadora que se desvivía por los niños, con aquel frío a primeras horas de la mañana. Una vez terminado el cross teníamos nuestra tradición,  mesa y mantel para todos para disfrutar de una comida en familia. Que recuerdos tan bonitos, tampoco podemos olvidar aquellas mañana de la Jean Bouin, recuerdo de manera especial la de 1999, con una gran nevada y la pequeña en sin camiseta.... ¿lo mejor? tener que esperar al martes para ver los resultados en el diario Sport. En esta carrera tuve la suerte de ver a numerosos  atletas de renombre internacional como José Manuel Abascal.  Ese cántabro,  que una vez retirado de la élite, se fue a su Cantabria natal  y venia con los atletas de su escuela, José Luis González, Isaac Viciosa, Julia Vaquero , Roció Ríos, José Ríos, Natalia Rodríguez, Carlos Castillejo, Reyes Estévez.


Esta fue la primera carrera oficial de Cecilia,  en la temporada 1997-98 en Malgrat de Mar. Corrió  con el equipo de Malgrat, que por aquel entonces lo llevaba Antonio.  En su primera carrera tuvo la suerte de  subir  al cajón, precisamente Antonio,  le dio el trofeo que gano el equipo a Cecilia.

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