Un paseo por la calle
Bella y sus aledaños.
Habíamos dejado este
apartado un poco abandonado y creo que merece la pena el retomarlo pues esto es
algo que para muchos de nosotros todos estos lugares nos traen muchos y gratos
recuerdos de la niñez.
Este será uno de los
últimos paseos por las calles de jimena por ahora y como no podía ser de otra
manera intentare ponerle algo más de ilusión, rapidamente sabreis él porque.
Quien me iba a decir que
íbamos a terminar estos paseos por nuestro pueblo la calle bella, después haber
recorrido prácticamente todo el pueblo y habernos quedado a las puertas de
Canavá, aún nos queda material en la recamara para seguir haciendo algo que tanto
me gusta. Muchas gracias.
Hoy, retomamos de nuevo estos paseos, y continuamos por la parte baja del pueblo.
Habíamos salido de las cuatro esquinas para todos los lados, pero la calle bella
y sus aledaños habían quedado prácticamente fuera. Esta entrada está dedicada a
varias personas, en un primer lugar y por edad, a Manuel Sena Fernández, para
los amigos Manolo, que aunque hace mucho
que se fue de Jimena y no pisa ese lugar, la recuerda con mucho cariño, desde
su lugar de residencia en Málaga, a mi amigo Antonio García Amezcua, que conoce
muy bien esta zona del pueblo , tampoco puedo olvidarme de Blasi Ruiz, todos ellos
de niños rompieron muchos zapatos por
estos lugares y estoy seguro que a dia de hoy les encantara verlos otra vez en
estas fotos, va por vosotros.
Como no, aparecen en mi memoria ciertos recuerdos de
personas que ya por desgracia, no están
con nosotros, algo que es inevitable.
Siendo pequeño el que escribe andaba con ellos por estos lugares.
También
quiero dedicar un pequeño agradecimiento a esas dos personas que están en la
trastienda, mis hijas. Que desde Barcelona y Múnich, aunque están muy atareadas, siempre tienen un momento para corregir a
este modesto aprendiz que no sabe hacerlo mejor pero que con su ayuda siempre
mejora y mucho.
Esta imagen no está en mi memoria. Al fondo está
el pilón, y la casa de doña
Aniceta, que yo la recuerdo siempre como aquella casa grande (Sindicato) donde
estaba Juan Mejías y José María Sannicolas. En alguna ocasión fui con mi padre
para aquellos de los sellos.
Esta foto se hizo justamente desde los escalones
que hay subiendo del pilón a la calle bella.
No se ve la puerta de Antonio Maleno, que menciono en la fotografía
anterior. Recuerdo entrar a esa casa cuando iba
con Antonio Maleno alguna que otra vez,
y sobre todo, más tarde cuando Gil iba a ver a su a la abuela.
No conozco nada del interior de este
lugar, que es el mismo de la anterior,
espero que alguien me diga el nombre de la calle.
De este lugar sí que tengo recuerdos y
muchos. Pero, esta foto para Manuel Sena Fernández (hijo de
uno de los notarios que paso por Jimena en los años 30) , se que le trae unos gratos recuerdos.
Esa casa de la izquierda, es donde se
crio. En más de una ocasión, me ha comentado que la recuerda
perfectamente.
Más al fondo, era el lugar donde vivió EL sacerdote llamado
don Salvador Calvo Pinto. Puerta con puerta vivió Chicorrete, uno de los
músicos de Jimena, que se desvivía cuando
veía a mi abuela Juana Ramona. Y, para
terminar un gran recuerdo, la pared que hay al fondo y en lo alto es la pared
trasera de la casa donde él que escribe vino al mundo.
Gratos recuerdos al ver a la izquierda "la
regeneradora". Aquella fábrica de
aceite en la que algunos de los molineros fueron, el padre de Luis el de Juan
de Soto, Panera, Manuel Gila y Cristóbal Azuceno entre otros, les recuerdo perfectamente
porque en más de una ocasión Yo fui a llevar con los mulos y la borrica la
aceituna de Francisco Garrido, el abuelo de mi primo Francisco, concretamente las
de la postura y el marqués.
Y como olvidar la primera casa de la derecha, allí vivió mi
amigo Andrés Varillas, que por desgracia ya hace tiempo que nos dejó. Desde
aquí mi recuerdo para esta gran persona que fue Andrés.
Esta foto se hizo desde la puerta de la
regeneradora a la subida de las casillas. Aquí,
ya siendo algo mayor, tengo dos recuerdos. El primero,
ir con mi amigo Gil a llenar los comederos y bebederos de la
granja, que en su día monto Pedrito el
de las escribanas. El segundo y mucho más cercano, a mediados de los ochenta,
iba con mi hija mayor por las tardes, cuando estábamos de vacaciones a buscar
los huevos a mi madre a la granja, que regentaba José, el padre de
la Cuadritos.
Aquí también tengo un grato recuerdo. En la puerta
de bajada a la izquierda, entré en
numerosos ocasiones, esta era la casa de los abuelos de mi amigo Bernabé Lozano
Ruiz, otro que también nos ha dejado no
hace mucho tiempo. Desde aquí mi
recuerdo también para él.
La
diferencia está que en la parte de la
derecha mis recuerdo se remontan a la pared de los trojes de la regeneradora.
Aquí la calle inconfundible. Seguimos bajando de la
regeneradora camino del cementerio y me encuentro con otra sorpresa, lo que
antiguamente era la fábrica de aceite del piojo (fábrica de la que mi padre fue
molinero y que yo nunca vi abierta)se ha transformado aquel solar pasados los
años, en el lugar donde se hicieron casas, esto he de decir que sí que lo he visto, pero cuando he pasado con el
coche.
De este tramo sí que recuerdo varias cosas. incluso la foto de mi memoria está un poco
más abajo. Subiendo a la derecha, la casa de José el Corneta, otro de mis quintos, con aquella cruz en la
fachada. Más arriba, la carpintería de
Andrés Garzón, lugar que fui en más de una ocasión con mi amigo Paco su hijo.Más
arriba el Zopo, aquel señor que nos
arreglaba los zapatos y en la parte contraria,
la cuadra de mis primos Martin y Juanito "los Chaquetillas".También La casa de Blasi Ruiz y la de su Primo Pedro
Manuel Viedma Molina, y por último aquel
parral que había más arriba.
Camino del cementerio. Mis recuerdos de esta
calle, están ligados a cierto momentos
muy duros para mí, pero eso, queda en mi
mochila. En marzo, como llovía aquel día y en mayo que calor hacía, recuerdo subir con una gran calor, la camisa chorreando, pero con una conversación impresionante de
mis recuerdos. Mi primo Martin León
Muñoz, me puso al corriente de gran
parte de mi árbol genealógico, que lección tan grande me dio aquel día,
nunca la olvidaré y que conste, que gracias
a su gran memoria hemos podido juntar unos datos de la familia que
posiblemente se hubiesen perdido.
Que trabajo cuesta subir esta gran cuesta.
AQUÍ LA TENEIS TERMINADA,
CREO QUE QUEDO BIEN,
ESPERO QUE OS GUSTE.