lunes, 15 de junio de 2015

EL HUERTO. Segunda parte.

En esta segunda parte dedicada al huerto, siempre pensando, que esto son parte de mis recuerdos y mis raíces, voy a intentar dejaros algunas de las cosas que durante estos años hemos ido produciendo, he de deciros que estas son parte de la aventuras y desventuras de este aprendiz a hortelano.
Iré colocando las diferentes cosechas, los distintos manjares que día tras día se han ido y se continúan cogiendo, en el huerto regentado por el hijo de Martín “el de la ensala “y Juana “la Chaquetilla” en esta tierra del Pènedes, sin olvidarme de las diferentes personas que a lo largo de estos años han tenido la delicadeza de ir pasando por este mi lugar de entretenimiento.
En varias fotos habrá alusiones por diferentes motivos y como no el agradecimiento por sus visitas, algunas tienen una historia demasiado bonita y creo que esos motivos son los que hacen que poco a poco esto tome más cuerpo, una de esas historias es muy simple y sencilla, en un comentario por teléfono de no hace muchos días, una persona que de pequeño correteo por las calles de Jimena me comentaba, que le gusta algo de lo que a mí siempre me volvió loco, los Pimientos Secos.
Yo los había intentado criar desde el primer año que empecé con el esto, pero la humedad de este lugar, no me había dejado hacerlo con éxito siempre se secaban, pero aparecía moho, por fin siguiendo los consejos de un paisano de Pamplona este año pasado, después de muchos inventos se ha conseguido. Su comentario tubo una contestación rápida no te preocupes Manolo que eso está hecho, en unos días los tendrás en casa.
Terminada la conversación telefónica me puse manos a la obra, una caja, un paquete, cuatro pimientos que son parte de lo poco que queda, a Correos y el paquete el viernes camino de su ciudad, el lunes a media mañana suena el teléfono, el cartero había llamado a su puerta y los pimientos secos estaban en su destino, una ciudad costera de la otra punta, así termina esta pequeña, sencilla y bonita historia. Quien me iba a decir a mí que algo del huerto iba a hacer tan feliz a esa persona que el día que los recibió precisamente cumplía la friolera de 75 años.



Fue una de las primeras coliflores que se cogieron, este año ya las superamos.


Las berenjenas es algo de lo que más me gusta criar, me encantan, pero no me gusta cogerlas.


Como suele haber un montón no las dejo  muy grandes y de cualquier manera me gustan, fritas, rebozadas, en revuelto, quizás la culpa de ello lo tenga la buena cocinera que tenemos en casa Isabel.


La coliflor, pase mucho tiempo sin comer por prescripción médica por mis problemas con el estómago pero superado esto he de deciros, que me pongo las botas como se suele decir, además ya les hemos tomado el punto.


Fue uno de los tomates raros que salió.


He de reconocer que ese olor que tienen las plantas y los tomates cuando los coges es algo muy especial.


Ha sido una historia demasiado bonita, la que han tenido estos pimientos secos del huerto.


Pepinos en vinagre, siempre recordaré en casa, cuando había cuchara, como de un bote grande y redondo de cristal, Juana sacaba el pepino en vinagre, para acompañar a la comida.


Gran ejemplar, pepinos de la veguilla criados en el Penedès, desde aquí quiero dar las gracias a Juan Manuel Ocaña Ramírez por prepararme la simiente, me impresiono cuando me dijo que las simientes eran de su padre.


Cuando empezaron a salir yo decía, que pepinos tan raros salen este año y la sorpresa fue cuando los sabios de los huertos me dijeron, Juan que eso no son pepinos, que son melones, fue una de tantas meteduras de pata del aprendiz y la verdad es que salieron muchos y eran buenos.


Había días que era demasiado lo que había para coger, este año hemos reestructurado la producción y producimos solo lo que vamos a gastar.


Son las primeras papas del 2015, creo que están saliendo bien, si el padre está encantado de lo que planto, imaginaros lo contenta que esta mi hija en su segundo año, ella fue quien las corto.


Fue él no va más de los huertos, por su peso y sus dimensiones.


Fue su medio de transporte la carretilla, por cierto, en un principio tuvimos problemas.


La cortamos con una sierra mi amigo Marcos y yo, cada trozo tenía más de tres kilos, he de deciros que me tire una mañana entera haciendo trozos, hicimos pudding, puré, mermelada y no sé qué más, al final nos salía la calabaza por las orejas como se suele decir, pero el rato de cortarla en los huertos con ellos fue demasiado.


Por supuesto también dan cada año para conserva, estos dos botes, se comieron en el 2012, en Cánava  en una pipirrana que hizo mi prima Manoli en la tercera reunión del foro de Jimena, a la cual tuvimos la suerte de asistir.


Asia preparábamos los tomates para el invierno cuando vivíamos en Barcelona.


Son mis recuerdos, son mis raíces, eran una de mis cenas preferidas en la casa de mis padres, pimiento con tomates y huevos y he de decir que Juana los hacía de fábula, la cocinera de la casa mi mujer, ahora los borda.


ALGUNAS DE LAS VISITAS QUE TUVO EL HUERTO


Ellos son Diego y Monserrat son nuestros amigos, cada año nos visitan, también   tienen su pequeño huerto en Salou, a ella se vuelve loca en él.


Ellos son José y Mercedes, son como si fuésemos familia, son de Cádiz, esta fue su primera venida, a la vuelta a Cádiz de su segunda visita José cogió un huerto, no sé porque será.


Era una visita muy esperada la de mi hermano Martín y mi cuñada Cati, él también a su setenta y tantos se ha vuelto hortelano de ciudad y me tiene a mí como maestro, como la coliflor le encanta, pues tuvo coliflor.


Cómo disfrutaron, Isabel enseñándole el huerto a Marels, ella tomaba nota, dentro de poco otra que se hace hortelana en Lleida.


No podían irse del huerto sin una foto de la calabaza, Marels e Irene.


Como disfruto Irene enseñándole a Juan y   Marels el huerto y la famosa calabaza.


También era una visita muy esperada y tuvimos la gran suerte de que nos visitara nuestro amigo Luis Marín, en aquel entonces empezábamos a coger las primeras cosas, fue un fin de semana a caballo entre Salou, Els Monjos y Barcelona.


Ella Eva mi sobrina y su padre, son hortelanos de ciudad, aquí estoy enseñándole el huerto, como podréis ver, atendía con mucha atención a las explicaciones de su tío.


Tía y sobrina, era una de las primeras apariciones de Isabel por el huerto, después de la última operación, quizás además de la visita de la sobrina este sea otro de los motivos que la hicieron más interesante aún este paseo por el huerto.


Como no podía ser de otra manera, siempre que necesito a mi sobrino Pedro el aparece, esta vez vino nada más y nada menos que con su hijo pequeño Marc que le encanto ver el huerto del tío. 


Espero que os guste esta pequeña parte que colgué, fue un  compás de espera

hasta que pudiésemos colocar con todas las garantía y permisos respectivos

 esas nuevas entradas que empezarán en breve, dedicadas a nuestra querida

Jimena.

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